Skip to content
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO

Roberto García García - Médico Traumatólogo Ortopedista
Febrero de 2022

El esguince de tobillo es una lesión muy frecuente ya que se puede presentar por la desviación del pie al ir caminando, al correr, dar un salto o en actividades deportivas. La severidad del cuadro dependerá de la carga que soporta el tobillo y la velocidad en el mecanismo de producción al momento de la lesión; de esta forma, el esguince sufrido al saltar de alguna altura considerable, es más grave que si se desvía el tobillo al ir caminando. Las molestias, los hallazgos en la revisión y el tratamiento a necesitar, van a depender del grado de lesión.

Un esguince de tobillo es “el estiramiento o desgarro parcial o total de uno o más ligamentos de la articulación del tobillo, provocado por un movimiento de torsión involuntario que excede los límites normales de movilidad de la articulación”.

Considerando que el esguince más frecuente es el lateral, nos centraremos en este tema.

Algo de anatomía del tobillo. (1)

Es necesario comentar algunos conceptos anatómicos elementales del tobillo para comprender el tema.

La región del tobillo comprende el extremo distal de la tibia y el peroné (también llamado “fíbula”) y su superficie articular con el astrágalo (o “talus”) formando la articulación tibio-peroneo-astragalina.

No obstante, en Traumatología y Ortopedia, para el estudio de las lesiones de esta zona, la región del tobillo se divide en dos partes: el pilón tibial, que es la meta-epífisis tibial distal y la región maleolar, que incluye el maléolo tibial o medial y el peroneo. (figura 1)

Esta división quirúrgica se debe a la diferencia en los tipos de fractura que se presentan, sus mecanismos de producción y el tipo de tratamiento requerido para su solución.

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 1

Figura 1. Radiografía frontal (AP) de la región del tobillo. Las lesiones del tobillo propiamente dichas, son las que se presentan en la zona maleolar. MP-maléolo peroneo o lateral, MT- maléolo tibial o medial.

La estabilidad del tobillo está dada por tres sistemas de ligamentos:

  • El complejo ligamentario lateral. En la región maleolar se encuentran los ligamentos como medios de unión entre la tibia (del lado medial) y el peroné (lado lateral), con los huesos del retropié (astrágalo y calcáneo).
  • Los ligamentos sindesmóticos. En la zona del pilón tibial están los ligamentos sindesmóticos uniendo la tibia al peroné en su parte distal conformando la sindesmosis tibioperonea. (figura 2)
  • El ligamento deltoideo medial, superficial y profundo. (figura 2)

Los ligamentos laterales consisten en 3 haces que de adelante atrás son: peroneo astragalino anterior (LPAA), peroneo calcáneo (LPC) y peroneo astragalino posterior (LPAP).

Los ligamentos sindesmóticos comprenden principalmente los haces, anterior y posterior.

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 2.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 2.B

Figura 2.  A) Radiografía en AP mostrando los tres haces de ligamentos del tobillo: mediales, laterales y sindesmóticos. B) Dibujo del tobillo en lateral. LPAP-peroneo astragalino posterior, LPAA-peroneo astragalino anterior, LPC-peroneo calcáneo.

Las dos lesiones más frecuentes del tobillo se presentan en la zona maleolar:
  1. Esguinces. 
  2. Fracturas.
    • Los esguinces afectan con mayor frecuencia a los ligamentos de la parte lateral, seguidos del medial y los de la sindesmosis tibioperonea.
    • Un gran porcentaje de fracturas tienen el mismo mecanismo de producción del esguince lateral, pero con un mecanismo de alta energía.

ESGUINCE LATERAL (1)

Se provoca por una inversión forzada y repentina del tobillo “torcedura” (el pie se desvía hacia adentro) al ir caminando o en los deportes. Al desviarse el tobillo, lo más frecuente es que se acompañe de flexión plantar (apoyando más la punta del pie que el talón), lesionándose el LPAA por tener su inserción por la parte anterior del tobillo; si lo hace en dorsiflexión, con mayor apoyo del talón (menos frecuente), se lesiona el LPC insertado en la parte medial-inferior del tobillo. El LPAP es muy resistente y por su posición posterior en el tobillo, muy rara vez se lesiona.

La severidad del esguince depende tanto de la intensidad de la carga sobre el tobillo, como de la velocidad de la acción: una carga leve al doblarse el tobillo (al ir caminando), provocará un esguince de primer grado, una carga mayor (por dar un brinco o ir corriendo) producirá un esguince más severo, de segundo o tercer grado. Cuando el mecanismo es de alta energía puede producir una fractura por inversión. (figura 3)

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 3.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 3.B

Fig 3. A) Inversión del tobillo en ligera flexión plantar. B) En un esguince de tercer grado se rompe el LPAA Y LPC.

Clasificación

La clasificación típica del esguince, en general, depende de la severidad de la lesión del ligamento y se divide en grados (distensión, rotura parcial y rotura total); en el esguince del ligamento colateral externo del tobillo, por contar con tres haces separados, también se hace referencia al número de fascículos lesionados de los tres ya mencionados (clasificación de Sangeorzan).

TIPO I           Distensión ligamentaria de los tres haces, sin laxitud articular.

TIPO II          Rotura total del LPAA y parcial del LPC, con laxitud moderada. LPAP íntegro.

TIPO III         Rotura completa LPAA, LPC y la cápsula que ocasiona franca laxitud e inestabilidad.

Cuadro clínico (1-7)

Síntomas. Los síntomas y signos se encuentran en la parte lateral y anterior del tobillo.  El síntoma más común es el dolor con intensidad variable que puede ser punzante y que aumenta con la movilidad, hay edema variable y puede observarse un cambio de coloración y hematoma de rápida aparición. En casos severos hay incapacidad para caminar y para mover el tobillo.

Los signos presentes dependerán de la severidad de la lesión y tipo de esguince:

  • En el esguince de primer grado, el dolor y edema son leves y el paciente puede caminar. No se detectan datos de inestabilidad ni trastornos de la función.
  • En el de segundo grado, el dolor es de mayor intensidad y aumenta con la carga de peso, lo que hace que le paciente evite apoyar la extremidad lesionada al caminar; hay edema, equimosis y limitación funcional de intensidad moderada. No obstante, el paciente sí es capaz de dar al menos cuatro pasos.
  • En el de tercer grado, el dolor, edema, equimosis, deformidad y alteración de la función son severos ocasionando incapacidad para el apoyo y la marcha. Existen datos clínicos de inestabilidad del tobillo. (figura 4)
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 4.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 4.B

Fig 4. Cuadro clínico en un esguince lateral de tobillo. A) De primer grado con edema leve. B) De segundo grado, se observa equimosis submaleolar.

Signos. El signo de la “cáscara de huevo” (o de McKenzie, que es una pequeña área de aumento de volumen, ovoide y bien delimitada) sólo aparece en la fase inicial de la lesión, en el esguince moderado o severo; posteriormente y debido a la tumefacción agregada, desaparece, lo que explica que raramente se observe.

Cuando nos encontramos ante un esguince con datos clínicos de severidad, debemos descartar la presencia de inestabilidad, lo que nos indicaría rotura ligamentaria completa.

Pruebas para lesión de los ligamentos laterales

a) Prueba de succión o de bostezo (de Watson-Jones): se efectúa un movimiento de inversión forzada hacia el varo-equino y aparece un surco por debajo del maléolo peroneo (como si la piel fuera succionada) y la articulación se abre, lo cual indica una sección completa tanto del LPAA como el LPC y la existencia de un esguince de tercer grado. Esta prueba puede efectuarse en tanto se toma una radiografía para demostrar la inestabilidad. (figura 5)

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 5.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 5.B (© institutotumi.com)

Figura 5. Prueba de succión que demuestra la inestabilidad del tobillo por rotura de los ligamentos laterales. A) Foto clínica de la maniobra. B) Imagen radiográfica.

b) Prueba de inclinación del astrágalo. Con el tobillo fijo en posición neutra se mueve el astrágalo a la aducción y abducción. Es positivo si la inversión aumenta en 5° a 10° en relación al lado normal; indica lesión del LPC. Si la prueba se hace en flexión plantar explora el LPAA.
c) Maniobra del cajón anterior (de Castaing y Deplace): con la rodilla y el tobillo a 90º, se lleva el pie hacia adelante; si se desplaza, es indicativo de rotura del LPAA.
d) Signo de Vega. El cajón anterior es positivo sólo si se hace con el tobillo en flexión plantar e indica la existencia de micro-inestabilidad. En utilizado cuando se sospecha inestabilidad y el cajón anterior a 90° es negativo.

Como identificar un esguince y diferenciarlo de una fractura. (8)

Las molestias referidas por el paciente y detectadas por el médico en la revisión en el esguince moderado o severo son similares a aquellas debidas a una fractura del tobillo, debiendo hacer su diferenciación mediante palpación del sitio de dolor.

  • El dolor aparece al presionar sobre el ligamento lesionado, por debajo del maléolo y en este sitio se observa la mayor tumefacción y equimosis.
  • En presencia de una fractura el dolor es más intenso sobre el maléolo afectado. Se debe buscar palpando los últimos seis centímetros de los maléolos.
  • El dolor de una lesión ligamentosa disminuye a los 3 segundos de mantener la presión; el dolor que corresponde a una fractura se mantiene por más de 3 segundos.

Según las Reglas de Otawa, son necesarios los estudios radiográficos para descartar lesión ósea y/o inestabilidad, después de una lesión traumática del tobillo, sólo por dos razones: (6)

  • Si hay imposibilidad para soportar peso inmediatamente a la lesión y al momento de examinar al paciente, con incapacidad para dar cuatro pasos.
  • Si hay dolor importante a la presión en los últimos 6 centímetros de uno o ambos maléolos.

TRATAMIENTO (1-3, 7, 9,10)

Tratamiento inicial

Independientemente del grado de lesión, pero sobre todo en los esguinces de II y III grado, en la fase inicial que es la fase de inflamación (las primeras 72 horas), el tratamiento se dirige a disminuir el dolor, la intensidad del edema y la tumefacción.

Desde el reporte de Mirkin en 1978, es clásico el tratamiento integral en la fase aguda conocido como “RICE”, por sus siglas en inglés, implicando: reposo, hielo, compresión y elevación, al que se le ha agregado la “protección” (“PRICE”). No hay evidencia de la efectividad de esta terapia, sin embargo, se ha observado su utilidad en el control del dolor a corto plazo. (figura 6)

  1. Reposo. Mantener en reposo la extremidad es elemental en las lesiones de segundo y tercer grado.
  2. Hielo (crioterapia). El uso de hielo es de utilidad sólo las primeras 48 horas iniciales; su finalidad es evitar el edema previniendo la extravasación de líquidos, por lo cual, después del segundo día, ya no es de utilidad. No debe aplicarse directamente a la piel y es mejor triturarlo para que se adapte perfectamente a la zona lesionada. Para su empleo, ver el apartado correspondiente en el artículo sobre generalidades del esguince. También se ha comentado ya, en el mismo artículo el uso del “material de cambio de fase” a 15° C en las lesiones musculares y adaptado a los esguinces.
  3. Vendaje compresivo. Su objetivo es aumentar la presión extravascular y mejorar la circulación con disminución del edema. Se debe utilizar en forma de “8“a nivel del tobillo para evitar el exceso de presión en su parte anterior, ya que pueden aumentar el edema y producir necrosis cutánea por presión. Existen vendas de distintos tipos para dar una compresión firme, uniforme y constante para mayor utilidad. El vendaje almohadillado (de Jones) permite mayor presión, pero disminuye la utilidad de la crioterapia.
  4. Elevación de la extremidad. Esta posición permite mejorar el retorno venoso y disminuir el edema.

A estas medidas se les agrega el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y tratamiento fisioterapéutico coadyuvante.

Respecto a la protección, el uso de una férula o algún tipo de soporte para proteger los ligamentos es controvertido, ya que el uso de un enyesado impide la función óptima de la crioterapia y la compresión.

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO

Fig  6. Método “RICE” en el manejo del esguince en fase aguda

Tratamiento integral según el grado del esguince

Esguince de primer grado.

Por ser una lesión ligamentaria leve, el método RICE es opcional. Se aplica una inmovilización parcial desde el momento de la lesión y se le indica al paciente iniciar la movilidad y la marcha con carga en forma inmediata, pero protegiendo el tobillo con un vendaje elástico reforzado mediante tiras de venda elástica adhesiva. Es importante que al aplicar el vendaje se lleve el pie a la eversión, con la intención de disminuir la tensión de los ligamentos laterales afectados; el vendaje se mantiene por dos semanas pudiéndose cambiar las veces que sean necesarias. (figuras 7 y 8)

Para caminar, también puede emplearse una ortesis (soporte de tobillo) para estabilizarlo y proteger los ligamentos lesionados, aunque no es indispensable. Al tobillo se le aplica, junto con el soporte, un vendaje elástico común, en espiga y en forma de 8 a nivel articular. (figura 9)

Fig  7. Secuencia del vendaje elástico para tobillo, en “8”.

Fig 8.- Secuencia de vendaje elástico adhesivo

Esguince de segundo grado.

Como el tobillo se edematiza en mayor grado, es necesario utilizar el esquema RICE en la fase aguda, por 3 a 5 días; el consenso es que, posteriormente a la fase aguda el paciente debe iniciar la marcha empleando un soporte para el tobillo, lo que coadyuvará a una recuperación más rápida.

El uso del vendaje elástico reforzado con cinta adhesiva también ha demostrado ser más efectivo que la inmovilización rígida, ya que estas terapias permiten una mayor reducción del edema y un menor tiempo para volver al deporte.

Sin embargo, aunque se ha demostrado que el uso de inmovilización rígida retrasa la recuperación, se sigue empleando la férula de yeso o el vendaje de Jones reforzado evitando la carga durante dos semanas o incluso, tres, conducta que no es recomendable.

Aunque la cicatrización completa de los ligamentos se produce en tres semanas, la mayoría de los expertos en el tema recomiendan dos semanas de inmovilización y soporte de peso protegido e incluso se ha sugerido que diez días de inmovilización es suficiente y beneficioso para el control del dolor y el edema. Existe controversia al respecto, debido al riesgo de provocar un esguince recurrente o inestabilidad crónica.

Al tratamiento se agrega medicación antinflamatoria para coadyuvar a disminuir el dolor y el edema y mejorar la función; además, es elemental enviar al paciente con un fisioterapeuta para iniciar con las medidas físicas necesarias e instaurarle al paciente un programa de terapia que involucra entrenamiento propioceptivo (de equilibrio).. Este esquema de fisioterapia ha demostrado su efectividad para reducir la recurrencia del esguince de tobillo en deportistas.

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 9.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 9.B (© ortopediamostkoff.com.mx)

Fig 9. Soportes para tobillo. A) De gel o aire.  B) De lona, con agujetas y refuerzo lateral a ambos lados. Se utilizan para protección de los ligamentos a la marcha.

Esguince de tercer grado.

El tratamiento sigue siendo conservador mediante el uso de una férula o una bota de yeso, después del uso del esquema RICE, para inmovilización y descarga de la extremidad lesionada por diez a quince días (hasta tres semanas).

Posteriormente se coloca una ortesis para iniciar la carga con apoyo parcial, la cual se mantiene hasta los tres meses; simultáneamente se empieza con fisioterapia mediante ejercicios activos para la movilidad articular, el estiramiento y fortalecimiento muscular progresivos, así como, con terapia de propiocepción ya comentada.

En el esguince severo se aconseja la inmovilización por corto tiempo, ya sea con un enferulado o una bota rígida (tipo Walker), por considerarla superior al empleo de terapia neuromuscular en la disminución del riesgo de recurrencia e inestabilidad crónica. (figura 10)
No obstante, persiste la controversia sobre el mejor tratamiento conservador, pues estudios recientes han reportado resultados similares con el empleo de inmovilización rígida, semirrígida o flexible, en relación, tanto a los síntomas después de la lesión como a su estabilidad; también reportan una leve ventaja usando ejercicios supervisados de estiramiento y propioceptivos agregados al tratamiento convencional. (10)

ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 10.A
ESGUINCE LATERAL DE TOBILLO
Figura 10.B (© zimbistore.com)

Figura 10. A) Uso de una férula para un esguince de segundo o tercer grado. B) Bota tipo Walker. Da mejor protección a la marcha.

Fases de la fisioterapia (figura 11) (7)

Para una fisioterapia bien llevada, se debe acudir a un centro especializado, sin embargo, los lineamientos generales pueden ser los siguientes:

Primera fase. Dura de tres a cinco días durante la fase inflamatoria aguda y se inicia después del método RICE; En esguinces de primero y segundo grado se recomienda la movilidad protegida y sin resistencia, para mejorar el rango de movilidad. La marcha se inicia con soporte de peso total o parcial, con o sin protección, dependiendo de la intensidad del dolor. En esguince de 2° grado, uso de aparato ortopédico para protección externa, en el 3er grado, enyesado o soporte rígido por dos semanas y uso de muletas en estos primeros 5 días.

Segunda fase. En esta fase se agregan ejercicios de propiocepción para recuperar el equilibrio y de fortalecimiento muscular. Se recomienda su inicio al disminuir el dolor y el edema, por lo que en lesiones de primer grado pueden iniciarse al mismo tiempo que los de la primera fase, siendo necesario esperar algunos días en las de segundo grado y en las de tercer grado, después de dos semanas, a retirar la inmovilización.

Tercera fase. Se continúa con los ejercicios, pero en forma más constante y con intensidad progresiva. Una vez que se recupera el rango de movimiento se permite el retorno gradual a las actividades deportivas, cuidando inicialmente los movimientos de giro o torsión del tobillo. Para reiniciar las actividades normales ya no debe haber cojera al caminar y se emplean vendajes de protección.

El tiempo total de las tres fases va desde las dos semanas en casos leves hasta los tres meses en los severos.

a

b

c

Figura 11. Ejercicios de fortalecimiento muscular y de propiocepción en el tratamiento de un esguince de tobillo.

Inestabilidad crónica del tobillo (5)

La inestabilidad lateral del tobillo puede ser funcional o mecánica, lo que se debe definir para el tratamiento adecuado. La inestabilidad funcional es subjetiva, descrita por el paciente como que siente que “el tobillo cede” o “que se dobla con facilidad”. En la inestabilidad mecánica hay hallazgos clínicos o radiográficos que la sugieren.

Su tratamiento es mediante fisioterapia y rara vez requiere de cirugía.

Uso del KT en la inestabilidad del tobillo.

Ya se ha comentado la función teórica y el uso del Kinesio Taping en los esguinces en general, conceptos que son aplicables al esguince de tobillo (ver el artículo sobre generalidades del esguince).

Nos queda por comentar su posible utilidad en el tratamiento de la inestabilidad crónica del tobillo, una consecuencia del esguince mal tratado.

Valorando los resultados de estudios de la acción del KT en la activación muscular y el equilibrio en la inestabilidad del tobillo en forma comparativa con otros tipos de vendaje, se ha concluido que la KT tuvo un efecto mínimo en la activación muscular de la extremidad inferior inestable durante la postura estática y la cinestesia del tobillo (la sensación que se tiene de los movimientos que se realizan), por lo que no vale la pena su uso clínico en esta lesión. (figura 12) (11)

Según estos resultados, el KT no tiene un efecto positivo en la propiocepción y la cinestesia, lo que puede deberse a que la estimulación de la fuerza de retracción elástica producida se limita solo a la piel superficial, y es difícil llegar a los receptores propioceptivos en la capa profunda. (12)

En estudios sobre el efecto del vendaje KT sobre la función de los músculos peroneo largo y tibial anterior -elementales en la estabilidad del tobillo- el resultado fue que no tiene ninguna acción positiva para mejorar la estabilidad y que, además, no puede anular los efectos perjudiciales que parecen tener los zapatos. (figura 13) (13)

No obstante, también existen estudios con reportes de buenos resultados con efecto positivo moderado en algunas funciones por la acción del KT en inestabilidad del tobillo. (14)

(Yin L, Liu K, et al. Effect of Kinesiology Tape on Muscle Activation of Lower Extremity and Ankle Kinesthesia in Individuals With Unilateral Chronic Ankle Instability. Front Physiol. 2021 Dec 17; 12:786584. PMID: 34975539).
Figura 12

Figura 12. Vendaje KT utilizado en inestabilidad del tobillo. Método de equilibrio para el tobillo con 50% de tensión que brinda soporte a los ligamentos laterales. (Yin L, Liu K, et al. Effect of Kinesiology Tape on Muscle Activation of Lower Extremity and Ankle Kinesthesia in Individuals With Unilateral Chronic Ankle Instability. Front Physiol. 2021 Dec 17; 12:786584. PMID: 34975539).

(Yin L, Liu K, et al. Effect of Kinesiology Tape on Muscle Activation of Lower Extremity and Ankle Kinesthesia in Individuals With Unilateral Chronic Ankle Instability. Front Physiol. 2021 Dec 17; 12:786584. PMID: 34975539).
Figura 13

Figura 13. Método para estabilizar los músculos elementales de la estabilidad del tobillo. La tira azul oscuro aplicada al 50% de tensión, fue para la corrección funcional del peroneo largo para ayudar a la dorsiflexión y la eversión. Esto se aplicó desde la inserción hasta el origen. La tira azul claro, aplicada a una tensión del 75 % al 100 %, estaba destinado a la corrección del ligamento peroneoastragalino anterior, el que se daña con mayor frecuencia. (Yin L, Liu K, et al. Effect of Kinesiology Tape on Muscle Activation of Lower Extremity and Ankle Kinesthesia in Individuals With Unilateral Chronic Ankle Instability. Front Physiol. 2021 Dec 17; 12:786584. PMID: 34975539).

Tratamiento quirúrgico de la inestabilidad del tobillo (7,15-18)

Los esguinces de tercer grado pueden evolucionar a la inestabilidad crónica, sin embargo, la causa fundamental de la inestabilidad es la fisioterapia incompleta, por falta de fortalecimiento muscular y persistencia de las alteraciones en la propiocepción. El tratamiento inicial sigue siendo conservador e incluye el control del dolor, restricción de actividades, uso de aparatos ortopédicos y la rehabilitación funcional mediante fisioterapia que abarque entrenamiento propioceptivo con ejercicios de equilibrio y control postural.

Los esguinces de tobillo recurrentes pueden requerir intervención quirúrgica si las medidas conservadoras no son útiles, aunque la cirugía de una lesión ligamentosa grave mediante sutura, o reconstrucción no ha demostrado ventajas sobre el tratamiento conservador; no obstante, puede estar indicado en deportistas, pues en ellos se han reportado mejores resultados del tratamiento quirúrgico sobre el conservador.

Si se elige el tratamiento quirúrgico se recomiendan las técnicas anatómicas sobre los procedimientos no anatómicos, ya que recrean la biomecánica del tobillo. La reparación de los ligamentos acompañada de un refuerzo es la técnica más empleada; la reconstrucción anatómica consiste en utilizar injerto tendinoso para replicar los sitios de origen e inserción de los ligamentos rotos y su biomecánica. La reconstrucción no anatómica debe evitarse ya que aumenta la rigidez para la inversión a nivel de la articulación subastragalina en comparación con las técnicas anatómicas.

En conclusión:

  1. El tratamiento conservador para el esguince agudo de tobillo alivia el dolor y logra un rápido retorno a la funcionalidad, pero no hay evidencia de que alguna forma de tratamiento conservador sea más efectiva que otra en cualquier grado de esguince.
  2. El método RICE es elemental en el tratamiento del esguince de segundo y tercer grado.
  3. La fisioterapia y ejercicios supervisados son básicos para una recuperación funcional temprana del tobillo.
  4. En el esguince de tercer grado es necesaria la inmovilización rígida para permitir la cicatrización con la intención de evitar el esguince recurrente y la inestabilidad.
  5. El kinesio taping no ha demostrado mejores resultados que otros métodos, por lo que no debe considerarse en la primera línea de tratamiento; de usarse, debe hacerse en forma combinada con otro método.
  6. La inestabilidad lateral del tobillo puede ser funcional o mecánica, lo que se debe definir para el tratamiento adecuado. La inestabilidad funcional es subjetiva, descrita por el paciente como que siente que “el tobillo cede” o “que se dobla con facilidad”. En la inestabilidad mecánica hay hallazgos clínicos o radiográficos que la sugieren.
  7. Los esguinces de tobillo recurrentes pueden requerir intervención quirúrgica si las medidas conservadoras no son útiles, aunque la cirugía de una lesión ligamentosa grave mediante sutura, no ha demostrado ventajas sobre el tratamiento conservador; no obstante, puede estar indicado en deportistas, pues en ellos se han reportado mejores resultados del tratamiento quirúrgico comparado con el tratamiento funcional o con inmovilización.
Bibliografía
  1. Melanson SW, Shuman VL. Acute Ankle Sprain. [Updated 2022 May 2]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK459212/
  2. Dubin JC, Comeau D, et al. Lateral and syndesmotic ankle sprain injuries: a narrative literature review. J Med Chiropr. 2011; 10 (3): 204-21
  3. Petersen W, Rembitzki IV, et al. Treatment of acute ankle ligament injuries: a systematic review. Arch Orthop Trauma Surg. 2013; 133(8): 1129-41.
  4. Vega J, Peña F, Golanó P. Minor or occult ankle instability as a cause of anterolateral pain after ankle sprain. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2016; 24(4): 1116-23
  5. Mugno AT, Constant D. Recurrent Ankle Sprain. [Updated 2021 Aug 11]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-.
  6. 6. Ortega-Avila AB, Cervera-Garvi P, et al. Conservative Treatment for Acute Ankle Sprain: A Systematic Review. Journal of Clinical Medicine. 2020; 9(10):3128.
  7. Kruckenberg BM, Beahrs T, Haddad SL. Sprained ankle. Last Reviewed april 2022. https://orthoinfo.aaos.org/en/diseases–conditions/sprained-ankle/
  8. Wang X, Chang SM, et al. Clinical Value of the Ottawa Ankle Rules for Diagnosis of Fractures in Acute Ankle Injuries. PLoS One. 2013; 8(4): e63228. PMID: 23646202
  9. Mirkin G. Why Ice Delays Recovery. 2015. Available online at  https://www.drmirkin.com/fitness/why-ice-delays-recovery.html
  10. Altomare D, Fusco G, et al. Evidence-based treatment choices for acute lateral ankle sprain: a comprehensive systematic review. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2022; 26:1876-1884
  11. Shin JC, Kim JH, Nam D, Park GC, Lee JS. Add-on effect of kinesiotape in patients with acute lateral ankle sprain: a randomized controlled trial. Trials. 2020 Feb 12;21(1):176. doi: 10.1186/s13063-020-4111-z. PMID: 32051009; PMCID: PMC7017523.
  12. Slevin ZM, Arnold GP, Wang W, Abboud RJ. Immediate effect of kinesiology tape on ankle stability. BMJ Open Sport Exerc Med. 2020 Feb 4;6(1):e000604. doi: 10.1136/bmjsem-2019-000604. PMID: 32095264; PMCID: PMC7010992.
  13. Nunes GS, Vargas VZ, Wageck B, Hauphental DP, da Luz CM, de Noronha M. Kinesio Taping does not decrease swelling in acute, lateral ankle sprain of athletes: a randomised trial. J Physiother. 2015 Jan;61(1):28-33. doi: 10.1016/j.jphys.2014.11.002. Epub 2014 Dec 9. PMID: 25499648.
  14. Biz C, Nicoletti P, Tomasin M, Bragazzi NL, Di Rubbo G, Ruggieri P.  Is Kinesio Taping Effective for Sport Performance and Ankle Function of Athletes with Chronic Ankle Instability (CAI)? A Systematic Review and Meta-Analysis. Medicina (Kaunas). 2022 Apr 29;58(5):620. doi: 10.3390/medicina58050620. PMID: 35630037; PMCID: PMC9146435.
  15. Pijnenburg AC, Van Dijk CN, et al. Treatment of ruptures of the lateral ankle ligaments: a meta-analysis. J Bone Joint Surg (Am). 2000; 82(6):761-73.
  16. Cao Y, Hong Y, Xu Y, Zhu Y, Xu X. Surgical management of chronic lateral ankle instability: a meta-analysis. J Orthop Surg Res. 2018 Jun 25;13(1):159. doi: 10.1186/s13018-018-0870-6. PMID: 29940985; PMCID: PMC6019311.
  17. Sarcon AK, Heyrani N, Giza E, Kreulen C. Lateral Ankle Sprain and Chronic Ankle Instability. Foot Ankle Orthop. 2019 Jun 13;4(2):2473011419846938. doi: 10.1177/2473011419846938. PMID: 35097325; PMCID: PMC8696766.
  18. Vuurberg G, Hoorntje A, Wink LM, van der Doelen BFW, van den Bekerom MP, Dekker R, van Dijk CN, Krips R, Loogman MCM, Ridderikhof ML, Smithuis FF, Stufkens SAS, Verhagen EALM, de Bie RA, Kerkhoffs GMMJ. Diagnosis, treatment and prevention of ankle sprains: update of an evidence-based clinical guideline. Br J Sports Med. 2018 Aug;52(15):956. doi: 10.1136/bjsports-2017-098106. Epub 2018 Mar 7. PMID: 29514819.

Este artículo fue escrito por el Dr. Roberto García García, conoce más sobre su aportación académica en su libro Traumatología y Ortopedia. Para contactar al médico o dejar un comentario sobre el artículo, escríbenos en la sección de contacto, y con gusto atenderemos tu mensaje.

El médico traumatólogo y ortopedista Roberto García García, es un profesional de la salud experimentado en su área de conocimiento. Con 38 años como especialista y 28 como catedrático, ha dedicado su vida al ejercicio de la Ortopedia, así como a la formación de universitarios y de médicos residentes en la especialidad.

This Post Has 10 Comments

  1. Excelente articulo Doctor, me pareció muy entendible con los puntos básicos de cada clasificación, me ayudo a entenderlo mejor.

  2. Qué buen artículo, me hubiese gustado haber leído esto hace 5 años cuando tuve un esguince de tobillo de segundo grado y no fui tratada, por lo que me surgió una duda, ¿Cuáles serían las posibles complicaciones que pueden surgir en un esguince no tratado? hablando del de 2do y 3er grado.

  3. Este artículo me ayudo a entender desde la anatomía, la clasificación y lo más importante el tratamiento que debemos brindar, lo explica muy bien y más aún por tener imágenes

  4. Gran articulo doctor, muy completa, gracias por brindarnos información completa, concisa y fácil de entender, sobre todo en esta patología que tiene una alta frecuencia.

  5. las imágenes me parecieron muy dinámicas, fáciles de entender y con la información muy digerible, me parece una buena herramienta de estudio para los estudiantes que estamos llevando la materia de traumatología.

  6. Gracias por el artículo doctor, muy actualizado el tema con información nueva a la del capítulo en su libro! Me gusta que se anexen bastantes imágenes para comprender mejor la patología! Excelente artículo.

  7. Es un gran artículo, la información es muy completa y fácil de comprender, sobre todo de una patología que se presenta tan frecuentemente y es indispensable estudiarla.

  8. Gracias por el articulo doctor, la información que nos presenta es una recapitulación muy entendible sobre todo para nosotros los estudiantes de medicina.

Responder a Patricia Gpe. García De JesúsCancelar respuesta

Dr. Roberto García García